viernes, septiembre 26, 2008

Nombro silencio

y ya no lo escucho.

Huyo de mi

dejo mi eco

en un desierto

Un yo antiquisimo

tiembla sobre si

cuando se ayuda

a levantarse de

tu mirada


1 comentario:

Gustavo Tisocco dijo...

bello y sugerente poema.
Un abrazo gus.